Los colores que percibimos ejercen cierta acción sobre el organismo, produciendo reacciones físicas y psicológicas. Influyen sobre el cuerpo y el espíritu, sobre el carácter y el ánimo y, en consecuencia, sobre nuestro comportamiento. Todos seleccionamos los colores del ambiente y objetos que nos rodean, teniendo en cuenta factores estéticos y también esas influencias emocionales que hemos experimentado alguna vez. Sabemos que tal color nos alegra o tranquiliza, que tal otro nos inquieta o deprime.
El color en el arte es un importante medio de expresión y transmisión de estados de ánimo y de sensaciones. Como la música, puede ser utilizado intencionalmente para despertar y liberar sentimientos y como estímulo para la creación. Por todo ello, en el momento de aplicar color a nuestras composiciones debemos tener en cuenta lo dicho anteriormente. Se requiere práctica en el trabajo del color, de sus valores y distribución.